GE Castro-SanMiguel. Departamento de Lengua Y Literatura Española (2º ciclo de ESO y Bachillerato)


viernes, 10 de febrero de 2017

PROPIEDADES DEL DINERO Y OTROS FRAGMENTOS

Para esta entrada, he seleccionado dos fragmentos de la obra de dos grandes genios de la literatura española: Juan Ruiz, Arcipreste de Hita y Francisco de Quevedo.
Ambos describieron con su afilado ingenio el poder del dinero. Mucho ha llovido desde entonces y, sin duda, se han producido grandes cambios en el mundo pero, por los siglos de los siglos, el “tanto tienes, tanto vales” sigue totalmente vigente.

Juan Ruiz, arcipreste de Hita, escritor del "Libro de buen amor", es la figura capital del Mester de Clerecía en el siglo XIV. Los datos que de él se conocen, vienen principalmente de las propias estrofas de su obra. 


  PROPIEDADES DEL DINERO

En el sigente vídeo vemos cómo dos alumnos componen un rap con las estrofas de Juan Ruiz:


Francisco de Quevedo (1580 –1645), fue un escritor español del Siglo de Oro. Se trata de uno de los autores más destacados de la historia de la literatura española. Su personalidad literaria resulta muy compleja: se unen en él el moralista riguroso, el satírico de afilado ingenio, el lírico de pureza exquisita, unas veces, y chocarrero otras, y el escritor político de visión clara.

Como poeta, compuso multitud de poemas filosóficos, satíricos y burlescos.

Como prosista, son eminentes su tratado político y sus fantasías morales y satíricas. Los sueños.



Paco Ibáñez puso música al poema de Quevedo Poderoso caballero es don dinero. La canción se grabó con el título “Don dinero” en 1967 en el disco Paco Ibáñez 2.




Además, puso música a un conocido poema "exemplo del pintor Pitas Payas"



Y ahora veamos la escena dramatizada en una película:



Y ahora escuchemos y leamos una de las primeras elegías en lengua castellana, el planto o lamento del Arcipreste a la muerte de Trotaconventos:

TEXTO:

Cómo murió Trotaconventos

¡Ay muerte! ¡Muerta seas, bien muerta y malandante!
¡Matásteme a mi vieja! ¡Matárasme a mí antes!
Enemiga del mundo, no tienes semejante:
de tu memoria amarga nadie hay que no se espante. 4

Al que hieres tú, Muerte, nadie lo salvará,
humilde, bueno, malo, noble, no escapará;
a todos te los llevas, diferencia no habrá,
tanto el Rey como el Papa ni chica nuez valdrá; 8

no respetas parientes, señorío, amistad;
con todo el mundo tienes continua enemistad,
no existe en ti el amor, clemencia, ni piedad,
sino dolor, tristeza, mucha pena y crueldad. 12

Jamás nadie de ti se ha podido esconder
y ninguno ha podido contigo contender,
la tu venida triste no se puede entender;
cuando llegas, no quieres a ninguno atender. 16

Dejas el cuerpo yerto a gusanos en huesa,
el alma la separas del cuerpo con gran priesa,
no está el hombre seguro de tu carrera aviesa,
de hablar sobre ti, muerte, espanto me atraviesa; 20

eres de tal manera del mundo aborrecida
que, por bien que lo quieran al hombre, aquí, en la vida,
al punto que tú llegas con tu mala venida,
todos huyen de él luego, como de res podrida; 24

aquellos que gustaban en vida su compaña
aborrécenlo muerto, como a una cosa extraña,
sus parientes y amigos, todos le tienen saña,
todos huyen de él, como si fuese araña; 28

señores, no queráis ser amigos del cuervo:
temed sus amenazas y no cumpláis su ruego.
El bien que hacer pudiereis hacedlo luego, luego,
que moriréis mañana, pues la vida es un juego. 32

Juan Ruiz: Libro de buen amor

(Versión modernizada de Nicasio Salvador Miguel)

ACTIVIDADES:
  • Diferencias métricas con el cantar de Mio Cid
  • Concepto que el Arcipreste tiene de la Muerte



Y ahora escuchemos este  otro fragmento de los más conocidos de la obra, la descripción que Don Melón hace de doña Endrina, que podemos leer más abajo:



Libro de Buen Amor (Juan Ruiz, arcipreste de Hita)
Episodio de Don Melón y doña Endrina


¡Ay, Dios, cuán hermosa viene doña Endrina por la plaza!
¡Ay, qué talle, qué donaire, qué alto cuello de garza!
¡Qué cabellos, qué boquita, qué color, qué buenandanza!
Con saetas de amor hiere cuando los sus ojos alza.

Pero tal lugar no era para conversar de amores;
acometiéronme luego muchos miedos y temblores,
los mis pies y las mis manos no eran de sí señores,
perdí seso, perdí fuerza, mudáronse mis colores.

Unas palabras tenía pensadas para le decir,
la vergüenza ante la gente otras me hace proferir;
apenas era yo mismo, sin saber por dónde ir;
mis dichos y mis ideas no conseguían seguir.

Hablar con mujer en plaza es cosa muy descubierta
y, a veces, mal perro atado está tras la puerta abierta;
es bueno disimular, echar alguna cubierta,
pues sólo en lugar seguro se puede hablar cosa cierta.

-"Señora, la mi sobrina, la que en Toledo vivía
a vos se encomienda mucho, mil saludos os envía;
si hubiese lugar y tiempo, por cuanto de vos oía,
tendría placer en veros y conoceros querría.

"Deseaban mis parientes casarme en esta sazón
con una doncella rica, hija de don Pepión;
a todos di por respuesta que no la querría, no.
¡Mi cuerpo será de aquella que tiene mi corazón!"

Luego, hablando en voz baja, dije que disimulaba
porque toda aquella gente de la plaza nos miraba;
cuando vi que se marchaban y que ya nadie quedaba
comencé a decir la queja de amor que me lastimaba.

ACTIVIDADES

  • ¿Qué se alaba de doña Endrina?
  • ¿Cómo se siente Don Melón ante su dama?
  • Explica, a través de los versos del poema, el concepto que en la época se tenía sobre cómo habían de ser las realciones prematrimonilaes entre un hombre y una mujer

La siguiente actividad consistirá en comparar las distintas versiones del "cuento de la lechera". Es una expresión, una frase hecha, que ha llegado a convertirse en expresión popular para querer decir "hacerse ilusiones exageradas" sobre cualquier deseo, especialmente de carácter económico, o de mejora de la situación personal.:

La versión de Esopo
La de don Juan Manuel
La de Samaniego
Dos versiones modernas en clave de humor