GE Castro-SanMiguel. Departamento de Lengua Y Literatura Española (2º ciclo de ESO y Bachillerato)


jueves, 28 de noviembre de 2013

ROMANCE DEL MORO QUE PERDIÓ ALHAMA

Paseábase el rey moro
Por la ciudad de Granada
Desde la puerta de Elvira
Hasta la de Vivarrambla.
-¡Ay de mi Alhama!
Cartas le fueron venidas
Que Alhama era ganada;
Las cartas echó en el fuego
Y al mensajero matara.
-¡Ay de mi Alhama!
Descabalgaba de un mula
y en un caballo cabalga,
Por el Zacatín arriba     
Subido se había al Alhambra.     
-¡Ay de mi Alhama!     
Como en el Alhambra estuvo,     
Al mismo punto mandaba     
Que se toquen sus trompetas,     
Sus añafiles de plata.     
¡Ay de mi Alhama!     
Y que las cajas de guerra     
Apriesa toquen al arma,     
Porque lo oigan sus moros,     
Los de la Vega y Granada.     
-¡Ay de mi Alhama!     
Los moros, que el son oyeron,     
Que al sangriento Marte llama,     
Uno a uno y dos a dos     
Juntado se ha gran batalla.     
-¡Ay de mi Alhama!     
Allí habló un moro viejo,     
De esta manera hablara:     
-¿Para qué nos llamas, rey,     
para qué es esta llamada?     
-¡Ay de mi Alhama!     
Habéis de saber, amigos,     
Una nueva desdichada,     
Que cristianos de braveza     
Ya nos han ganado Alhama.     
-¡Ay de mi Alhama!     
Allí habló un alfaquí     
De barba crecida y cana.     
-Bien se te emplea, buen rey,     
buen rey, bien se te empleara.     
-¡Ay de mi Alhama!     
Mataste los bencerrajes,     
que eran la flor de Granada;     
cogiste los tornadizos     
de Córdoba  la nombrada.
¡Ay de mi Alhama!
-Por eso mereces, rey,     
una pena muy doblada:     
que te pierdas tú y el reino,     
y aquí se pierda Granada.     
-¡Ay de mi Alhama!
 
Y en este vídeo lo podemos escuchar 
cantado por 
Joaquín Díaz.