GE Castro-SanMiguel. Departamento de Lengua Y Literatura Española (2º ciclo de ESO y Bachillerato)


lunes, 4 de marzo de 2013

MIGUEL HERNÁNDEZ, ELEGÍA A RAMÓN SIJÉ

Ramón Sijé era un íntimo amigo del poeta, los dos nacidos en Orihuela, establecen amistad en la infancia, pero es en su adolescencia cuando el vinculo que les une se hace más fuerte. Las tertulias de “los poetas del horno” hacen que los dos jóvenes vean que hay muchas cosas que le unen. Cuándo Miguel decide probar suerte en Madrid, su idea es triunfar en la gran ciudad ya que el ámbito local y comarcal de Alicante se le ha quedado pequeño. Este nuevo reto en la vida del poeta esta respaldado por personas que serán cruciales en su vida. Josefina Manresa, su futura esposa y Ramón Sijé. Los dos apoyan la decisión de su amigo de buscar nuevas metas, y le despiden con cierta tristeza, pero con alo de esperanza de que Miguel encuentre lo que busca. En su primer viaje a Madrid, Miguel fracasa y el recuerdo de sus amigos le empuja a volver a su tierra natal. Poco después se vuelve a embarcar en la aventura madrileña, y es aquí cuando Miguel, como ya hemos dicho, se empieza a relacionar con diversos poetas y diferentes personalidades de la literatura española. Por entonces el recuerdo de sus amigos y familiares pierde fuerza. Miguel, en la capital, ha encontrado un nuevo mundo en el que se siente a gusto. La irrupción de la guerra supone un gran sobresalto para el poeta, y ese año cargado de múltiples emociones y sensaciones depara un duro golpe para el poeta, la inesperada muerte de Ramón Sijé.





ELEGIA A RAMÓN SIJÉ
.
(En Orihuela, su pueblo y el mío, se me ha
muerto como del rayo Ramón Sijé, con quien
tanto quería.)
.
Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma, tan temprano.
.
Alimentando lluvias, caracoles
Y órganos mi dolor sin instrumento,
a las desalentadas amapolas
.
daré tu corazón por alimento.
Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler me duele hasta el aliento.
.
Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado.
.
No hay extensión más grande que mi herida,
lloro mi desventura y sus conjuntos
y siento más tu muerte que mi vida.
.
Ando sobre rastrojos de difuntos,
y sin calor de nadie y sin consuelo
voy de mi corazón a mis asuntos.
.
.Temprano levantó la muerte el vuelo,
temprano madrugó la madrugada,
temprano estás rodando por el suelo.
.
No perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada.
.
En mis manos levanto una tormenta
de piedras, rayos y hachas estridentes
sedienta de catástrofe y hambrienta
.
Quiero escarbar la tierra con los dientes,
quiero apartar la tierra parte
a parte a dentelladas secas y calientes.
.
Quiero minar la tierra hasta encontrarte
y besarte la noble calavera
y desamordazarte y regresarte
.
Volverás a mi huerto y a mi higuera:
por los altos andamios de mis flores
pajareará tu alma colmenera
.
de angelicales ceras y labores.
Volverás al arrullo de las rejas
de los enamorados labradores.
.
Alegrarás la sombra de mis cejas,
y tu sangre se irá a cada lado
disputando tu novia y las abejas.
.
Tu corazón, ya terciopelo ajado,
llama a un campo de almendras espumosas
mi avariciosa voz de enamorado.
.
A las aladas almas de las rosas...
de almendro de nata te requiero,:
que tenemos que hablar de muchas cosas,
compañero del alma, compañero.
.